martes, 15 de junio de 2010

Yegua con graves deformaciones en las manos.


En la vida natural, el caballo con problemas en los pies, es pasto de los depredadores, pues no puede seguir a la manada que le ofrece seguridad y alimento. Sin embargo, en las condiciones artificiales en que criamos a nuestros animales, pueden desarrollarse las secuelas de las enfermedades hasta extremos impensables en un caballo salvaje.

El animal, un cruzado de mil razas, padece una retracción de tendones muy grave, que hacia que sus cascos tomasen una conformación aberrante. Por otra parte, a pesar de su extrema delgadez, los dolores crónicos que padece no le han impedido parir un potrillo. Debido a que la yegua adopta una posición antilógica, los cascos crecen de manera aberrante.

La yegua, en un extremo estado de delgadez, padece una enfermedad primaria, que es la retracción de tendones. Las deformaciones de sus manos y de sus pies, son consecuencias mecánicas de la enfermedad primaria. A pesar de su invalidez, es capaz de moverse con dificultad, pasando la mayor parte del tiempo tumbada en el suelo.

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