miércoles, 12 de mayo de 2010

El tabaco, su entorno.



Las mujeres fumadoras cuando se encuentran en período de gestación, no solamente deben dejar de fumar sino que también deben proteger a su bebé del humo del tabaco de alrededor. Este hecho está científicamente probado por el investigador Barry Finette, el cual ha hecho un estudio que prueba la aparición de mutaciones como el cáncer en los bebés de las fumadoras pasivas.
Desde siempre, el consumo de tabaco en mujeres embarazadas ha dado lugar a problemas con el feto, muertes... pero hasta el momento, no se había demostrado que la exposición prolongada del humo del tabaco puede producir una alteración en el gen de sus linfocitos T, denominado HPRT. Esta mutación produce en los bebés el denominado cáncer: la leucemia linfoblástica aguda. Esta enfermedad posee glóbulos blancos que combaten las infecciones (linfocitos) que se encuentran en la médula ósea y grandes cantidades de sangre del niño.
Para la leucemia linfoblástica aguda infantil, se utiliza como tratamiento la quimioterapia para poder eliminar las células cancerosas y que la leucemia pase a remisión. Con esto, poco a poco, iremos eliminando el cáncer pero las probabilidades de los bebés desarrollen el cáncer en sus genes cada día es mayor.


A veces podemos encontrar tumores congénitos
como Teratoma: malformación tumoral que puede
observarse en boca, ovario u otros tejidos,
con formación de tejidos de distinta hoja embrionaria,
o grandes tumores congénitos,
a veces existen antecedentes de marihuana en los padres.

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